Delirobot

 

Ya todos sabemos que el delivery se ha transformado en un arma cotidiana para casi todo.

Y que mucha gente, especialmente jóvenes, hacen del deli su origen de ingresos.
Varios han dejado trabajos estables,  bajo relación de dependencia para ser “autónomos”, con la ventaja de mayor ingreso y las desventajas sociales que ello implica. No tiene coberturas.

Pero, increíblemente, ya sus trabajos están en riesgo.

Y para ello, obviamente llegaron los robots.

La empresa  Avride, en colaboración con Uber Eats, ha implementado robots de reparto en Jersey para llevar comida. Estos robots, que se desplazan por las aceras, operan en una zona que abarca desde Hamilton Park hasta el centro histórico y el paseo marítimo, con planes de expansión futura. Los clientes de Uber Eats pueden elegir recibir sus pedidos por robot o por repartidor tradicional.

La ventaja del robot, es que mejora los tiempos de espera, y no hay que dejarle propina, básico para los ingresos de los repartidores.

Los robots de Avride están diseñados para operar en diversas condiciones climáticas, incluyendo lluvia y nieve moderadas, y pueden navegar por obstáculos como aceras y resaltos. Utilizan sensores y tecnología avanzada para sortear obstáculos y evitar peatones, y tienen una autonomía de hasta 50 km con una sola carga eléctrica.
La velocidad es de 8 km por hora.

Pueden llevar hasta 25 kg de carga.

Y sus dimensiones son:

Longitud: 915 mm

Ancho: 659 mm

Altura: 851 mm

Además, Avride afirma que sus robots están diseñados para proteger la privacidad, difuminando rostros y matrículas en sus cámaras.

El despliegue de estos robots en Jersey forma parte de una iniciativa más amplia de Avride y Uber Eats para explorar la entrega autónoma de alimentos. Anteriormente ya se habían implementado para entregar pedidos en Austin y Dallas

Cuenta con tres niveles de sensores para cualquier situación. El sensor permite detectar objetos con precisión incluso en la oscuridad. Las cámaras permiten identificar las señales de los semáforos. Y con los sensores ultrasónicos, puede detenerse de inmediato si aparece un objeto inesperado en el camino. Las colisiones con personas y obstáculos son impensables.

Puede cruzar cualquier cruce peatonal marcado con total autonomía. Puede ver los coches y los semáforos, por lo que puedo hacerlo con seguridad. Suele ceder el paso a los vehículos. Sin embargo, es capaz de discernir cuándo un conductor le permite cruzar la calle.

Y todo se ejecuta con una app entre Uber Eats y el cliente.

Seguramente, esta tendencia irá en crecimiento. En EE UU y todo el mundo.

¿Y todo el mundo?

Se me ocurre reflexionar que sucedería con este robot en ciertos barrios de CABA, por ejemplo.

¿Cuánto tiempo sobrevivirían al vandalismo?

¿Quién no va a querer llevarse a su casa al robot, y especialmente su panza?

Supongo que todavía no estamos preparados para tanta modernidad.

¿Cuánto tiempo más llevará?

Alberto Oneto