Ella, Él y él

 

Ella nació en La Plata el 19 de febrero de 1953

Su madre trabajaba en la Dirección de Rentas.

Su padre se dedicó a diferentes actividades agropecuarias, hasta que se compró un colectivo, que manejó el resto de su vida como miembro de una cooperativa.

La relación con su padre siempre fue cercana pero de poco gesto demostrativo; él era una persona distante.

En lo politico su familia estaba dividida. Papá era abiertamente antiperonista y mamá peronista.

La relación entre sus padres era tensa, nunca se llevaron bien y con los años se divorciaron.

Así y todo tuvo una infancia y adolescencia sin sobresaltos.

Él nació en Río Gallegos el 25 de febrero de 1950

Los padres se conocieron hablando por telégrafo. El trabajó en el Correo y conversaron por ese medio, hasta que tiempo después viajó a Punta Arenas para conocer a ella e iniciaron un noviazgo a distancia que duró un año. Finalmente se casaron en agosto de 1946.

Su madre provenía del conservadurismo chileno y su padre era peronista.

De pequeño sufrió tos convulsa y uno de sus ojos quedó estrábico por una mala praxis.

Se sobrepuso y vivió una infancia como cualquier otro chico.

Más adelante no pudo hacer la carrera docente debido a su dificultad en la pronunciación de las consonantes fricativas, como la s o la f. El Ministerio de Educación para la carrera docente, requería una pronunciación perfecta.

Se volvió a sobreponer y decidió estudiar abogacía.

Y es aquí donde comienza la historia.

Ella y Él cursan Abogacía en la Universidad de La Plata.

Flechazo de amor y luego de 6 meses de noviazgo, se casan.

Los unía el amor, la militancia peronista y sus personalidades, más que fuertes.

Se mudan a Río Gallegos, conforman un estudio de abogacía exitoso y siguen profundizando su militancia.

Al tiempo, tienen un hijo, más precisamente, el 16 de febrero de 1977.

Papás ​​felices. Pero la felicidad vino acompañada de discusiones y peleas, cada vez más frecuentes y más intensas. Y también infidelidades.

Deseado y querido, el nene comienza a demostrar, desde muy temprana edad, una personalidad tan fuerte como las de Ella y Él.

Con el tiempo, comienza a tomar partido por Ella y a generar un resquemor con Él. El nene sintió que Él maltrataba a su mamá.

Las discusiones pasaron a ser de 2 contra 1. Y comienza a aparecer una familia disfuncional. Algo que traerá enormes consecuencias a futuro para el país.

El nene se convirtió en un pollerudo y en un rebelde.

La distancia con Él era cada vez mayor y lo llevaban a enfrentarlo continuamente.

La llegada de una hermanita el 6 de julio de 1990 no cambiaron las cosas.

Ya adolescente comenzó estando poco en casa y más adelante a refugiarse en la cocaína.

Mientras tanto Él llegaba a la cúspide y, más tarde, Ella también.

Formaron un núcleo duro, casi a prueba de balas.

Hasta que sucedio lo impensable. Él muere en el año 2010.

Y se transforma en un año bisagra para la familia y para el país.

Ella estaba, en ese momento en la cúspide. Hasta ese momento siempre acompañado por Él.

Ahora estaba sola y faltaba un tiempo importante hasta que finalizara su mandato. También contaba con la posibilidad de ser reeligada.

El único refugio que Ella tenía era el nene, que ya había vuelto de su recuperación de la droga en EE UU, que había crecido y que, ahora, estaba liberado de su papá.

Y volvió con todo. A ocupar, a su modo, el lugar de Él. Ahora él emulaba a Él. Y también quería tomar revancha.

Ella, mamá, lo iba a bancar a muerte.

Transcurría el final de su mandato. De un buen mandato. Era un continuismo de la gestión anterior. Y había que armar la estructura para una segunda etapa.

Empieza la debacle

Ya no estaba el gestor de tanta bonanza y ahora lo “reemplazaba” su hijo, él. Mamá sigue bancando.

Se creó una “fantasía” tramposa que quería emular a la gloriosa JP. Ahora se llamaba La Cámpora, dirigida por él. Apoyada por mamá. Creada por papá mucho tiempo antes en una cena en el quincho familiar junto a su hijo y sus amigos.

Con tan buenos antecedentes, fue fácil triunfar. Y no fue nada difícil para mamá y para él, comenzar a construir cuadros amiguistas, cómplices, ineptos y cuasi mafiosos.

Por supuesto, no fue lo mismo. Ya no estaba papá, que desde las sombras, equilibraba los términos. En definitiva: fue un mal gobierno.

La Campora

En particular, vamos a concentrarnos en el estudio de la implementación que La Cámpora tuvo en el Estado durante el segundo mandato de Ella.

Para ello veremos su presencia en espacios claves de gobierno (Poder judicial, Senado, Congreso, ANSES, Secretaría de Inteligencia), su inserción en sindicatos y centros de estudiantes de universidades nacionales, su establecimiento territorial, su vinculación al PJ y su peso en las listas electorales del “kirchnerismo”. Veremos también, el uso clientelar de diversos planes sociales (Conectar Igualdad, Procrear, etc.), apuntando a estimar los recursos materiales de los que dispone la organización.

La Cámpora tomó el control de gran parte de las dependencias de ANSES. Se convirtió en un nicho para el sostenimiento material de sus cuadros. Además, su control le permitió meter cuchara en los fondos y acciones que manejaba el organismo y utilizar para intentar impulsar candidaturas locales propias.

¿Universitarios? (o de cómo los funcionarios militan con la plata de los estudiantes)

A pesar de que se los quiso presentar como la expresión de los jóvenes que con Néstor “volvieron a la política”, lo cierto es que La Cámpora no pudo hacer pie en los Centros de Estudiantes de las universidades nacionales más importantes. Sin embargo, lo que no pudieron construir desde abajo, lo lograron desde arriba. Las universidades creadas por el camporismo les  permitieron tener cierta llegada al movimiento estudiantil y abrir nuevos nichos de financiamiento.

Según los informes publicados por el Centro de Estudios de Educación Argentina (CAE) las universidades creadas recibieron, en relación a la cantidad de estudiantes, un mayor porcentaje de presupuesto, en su mayoría, manejados por personajes cercanos al gobierno y de lazos con La Cámpora.

Es sabido, además, que la designación de docentes se manejó más a dedo que por concurso, lo cual abrió un espacio para el uso discrecional de los cargos.

Según el presupuesto aprobado en el Congreso para el año 2015, la Universidad Nacional de Avellaneda (UndAv), creada en 2009 contaba con 694 alumnos y recibió 152.679 pesos por cada estudiante, mientras que la Universidad de Buenos Aires (UBA) con 380.098 alumnos - la que cuenta con la mayor cantidad de estudiantes del país-, recibió 17.077 pesos para cada uno, es decir, casi nueve veces menos que la de Avellaneda. El rector, Jorge Calzoni, era compañero de fórmula del intendente Jorge Ferraresi, quien frecuentaba los plenarios de La Cámpora en la zona sur del conurbano, la vicerrectora era, Nancy Ganz, la esposa del Secretario de Educación Nacional, Jaime Perczyk (hoy Ministro de Educación).

La Universidad de Hurlingham, creada en noviembre de 2014, fue resultado de un proyecto presentado por Juan “Juanchi” Zabaleta, secretario administrativo del Senado, operador político de Boudou y frecuente asistente a lo que se conocía como la “oficina” de La Cámpora en el tercer piso de la Cámara de Diputados. En ese momento, fue designado rector Jaime Perczyk, quien apadrinó el intento de La Cámpora, junto a otras organizaciones estudiantiles camporistas, de poner en pie en una nueva FUA (oficialista).

La Universidad de Florencio Varela, que fue fundada en 2010 y que apenas tenía 5.800 alumnos (el 5% de la matrícula de la UNLP), recibió un aumento presupuestario del 69,2%.

Esta casa de estudios tenía como rector a Ernesto Fernando Villanueva.

La caja de esta Universidad pasó ese año de $95,4 millones a $161,4 millones.

¿Empresas del Estado? (o de como desviar lo que se tiene en el bolsillo)

Además del ANSES y las nuevas universidades, hay también otros espacios de poder en que la Cámpora puso a su personal. Uno de ellos es el de la Inteligencia. Josefina Kelly aparece como el nexo entre La Cámpora y la ex SIDE. Kelly llegó a la SI, al menos de manera oficial, junto a Oscar Parrilli y estableció relaciones con la organización camporista por medio de Waldo de Pedro, con quien comparte su procedencia del pueblo de Mercedes.

Máximo Kirchner ubicó a su amigo Fernando Basanta a controlar la caja de la SI, una masa de dinero desconocida y sin control alguno. Oriundo de Santa Cruz y fiel militante de La Cámpora.

Con la creación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) ha trascendido información sobre la incorporación de más de un centenario de “espías” que provienen de La Cámpora y del Movimiento Evita.

Por su parte, la presencia de Kicillof en Economía le permitió a la agrupación tener cierta presencia en un espacio fundamental: el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Luego de que en 2014 asumiera como nuevo presidente de la entidad, Alejandro Vanoli, hombre muy cercano a la juventud camporista, Kicillof modificaría poner a dos hombres de su confianza en puestos de peso. El primero, Germán Feldman, quien alcanzó la Superintendencia de Entidades Financieras del BCRA y a Pedro Martín Biscay, un abogado que pasó a ocupar la vicepresidencia de Entidades Financieras y Cambiarias.

Además de su presencia puntual en algunos ministerios (Ministerio de Planificación Federal, Ministerio del Interior y Transporte, Ministerio de Justicia, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto), La Cámpora mantuvo una fuerte presencia en el área de medios: Canal 7 (TVP) y la Agencia Télam, gerenciados por Carlos Figueroa y Santiago Álvarez, respectivamente.

Además colocaron integrantes de sus filas en directorios de empresas estatales como Energía Argentina SA (Enarsa), Argentina de Soluciones Satelitales SA (Arsat), Aerolíneas Argentinas y Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Camessa) y Correo Argentino.

Por último, otro ámbito de importancia donde la Cámpora hizo pie es el Consejo de la Magistratura (CM), que funcionaba como órgano de disciplina de los jueces y manejó el presupuesto del Poder Judicial, entre otras cosas. Dada su importancia, varios miembros de la dirección de La Cámpora pasaron por allí. Eduardo “Wado” De Pedro lo integró hasta marzo de 2015, oportunidad en que fue impuesta Anabel Segasti. Mariano Recalde, por su parte, cumplió funciones allí entre 1991 y 2003, como también lo hizo Julián Álvarez.

Mañana podría haber sido mejor

Todo fue tan mal hecho que, en el 2015 ya no había tanta confianza en seguir un rumbo que él y su mamá se habían encargado de degradar.

El gran problema para la gente, a mi entender, es que cometieron la osadía de apropiarse de la letra K.
Toda una contradicción y una conveniencia, según como se mire.
Casi nadie, ni poder, ni oposición, ni periodistas se han encargado de separar la paja del trigo. Algunos por dejadez, otros por oportunismo.

Para peor, la posibilidad estaba al alcance de la mano con un candidato más que potable, pero como no era de la simpatía de la familia, fue boicoteado hasta el último momento.

Y así nos fue. Ya sabemos cómo terminó todo.

Por el egoísmo de Ella y él, tuvimos que padecer 4 años de ultrajes de todo tipo.

Fueron años tan malos, que tuvieron la posibilidad de volver al ruedo y a ser protagonistas. Pero ahora había que disfrazar, de algún modo, el liderazgo. Ya no era tan fácil.

La jugada salió, aparentemente bien. Pero solo aparentemente.

Los zorros no pierden ni el pelo ni las mañas.

Lo que se da no se quita. Pero también lo que se quita no se da.

Se podría haber realizado una gestión más que digna.

Ella decidió formar un Frente y elegir un candidato, porque “sola no pudo y sin ella no se pudo”. Terminó siendo una especie de bolsa de gatos, que si bien eran todos felinos, no garantizaba una buena convivencia.

Se tuvo excelentes intenciones y también mucha mala suerte. Pandemia, guerra en Ucrania, sequía, etc.

Pero por encima de todo, nunca se perdonó la desobediencia a la obediencia impuesta.

Ojalá el futuro nos acompañe de la mejor manera posible.

Ojalá haya voluntad.

Y tengamos claro que no es para nada lo mismo ser K que ser C.

Alberto Oneto

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