Al borde

 

Siempre me llamó la atención que Milei se sentara en el borde de los asientos de turno.

Ya sea en una entrevista o reunión de gabinete.

Y me puse a indagar.

Sabemos que nuestro presidente tiene rasgos de borderline.

El trastorno límite de la personalidad (ser un borderline) es una afección de salud mental que afecta la manera en que las personas se sienten consigo mismas y con los demás, y dificulta su funcionamiento en la vida cotidiana. Incluye un patrón de relaciones inestables e intensas, así como impulsividad y una manera poco saludable de verse a sí mismas. La impulsividad implica tener emociones extremas y actuar o hacer cosas sin antes pensar.

Las personas con trastorno límite de la personalidad tienen un fuerte miedo al abandono o a quedarse solas. Aunque desean tener relaciones amorosas y duraderas, el miedo a que las abandonen suele derivar en cambios del estado de ánimo e ira. También deriva en impulsividad y autolesiones que pueden alejar a los demás.

Por lo general, el trastorno límite de la personalidad comienza en la edad adulta temprana. La afección es más grave en los primeros años. Los cambios del estado de ánimo, la ira y la impulsividad suelen mejorar con la edad. No obstante, los problemas principales de autopercepción y miedo a ser abandonado, así como los problemas en las relaciones, continúan.

También, por otro lado, Milei es un desbordado, que no es lo mismo pero es igual.

No tiene límites.

O sí.

Su límite es la silla.

Es muy llamativo. Hay que observar el modo en que se sienta Milei en cada una de las entrevistas que le hacen. Se sienta siempre, sin excepción, en el borde del asiento (silla o sillón) que tiene asignado. Nunca llega a apoyarse en el respaldo y esto lo pone en una situación corporal de equilibrio precario y hasta de intimidación. A esto suma las manos juntas o entrelazadas, siempre.

Para Hugo Lescano, especialista en lenguaje no verbal, sentarse al borde de una silla en una reunión denota “un estado de alerta. Javier Milei se ha sentado de esa forma en otras oportunidades y quienes suelen hacerlo así, son personas que se estresan rápido porque tiene un nivel de actividad mental elevado, siempre pensando y planificando en lo próximo que tienen que hacer”.

En tanto, Lescano indicó que la comunicación no verbal lo que estudia son las emociones y que en los presidentes “es importante como manejan esas emociones porque impactarán en sus gestos y en su relación con los electores”.

No hay manera de no darle significado a esa manera de plantarse frente al entrevistador. Tensión permanente, total falta de relajación. Por lo pronto, no es la postura de alguien que se siente seguro y mucho menos la de quien transmite seguridad y autoconfianza.

Lo más interesante es lo que nos cuenta un ex amigo íntimo de Milei.

Gastón Alberdi, miembro fundador de La Libertad Avanza, brindó una entrevista y reveló algunas de las razones por las cuales el Presidente se sienta como se sienta y camina de la forma extraña en la que lo hace.

Los aspectos aludidos generaron debate en la sociedad luego de que se viralizaran dos imágenes. Por un lado, cuando Milei se sienta en la punta de la silla durante una entrevista. Por el otro, cuando el Presidente ingresa a la Casa de Tucumán el 9 de julio de 2024 y muestra un andar que dio qué hablar.

Tras recordar el episodio en el que ataja una pelota (lanzada con la mano), Alberdi dijo que Milei no pudo caminar por varios días porque “tiene siete hernias discales y un corset”. “Por eso se sienta en la punta de la sillas todo erguido”, explicó en diálogo con el periodista Claudio Rígoli.

En la punta de la silla también está Milei con Jony Viale en la entrevista que interrumpe Santiago Caputo para bajarle línea al «periodista».

Y agregó: “Y toma diclofenaco todos los días. Lo toma con seis latas de mango loco al día, una bebida energizante que cada unidad equivale a 24 tazas de café”.

La combinación de ese medicamento para el dolor crónico y de la bebida energizante hizo mella en la salud de Milei. Según Alberdi, “le barrieron la flora intestinal” por lo cual “tiene la necesidad de utilizar pañales porque sus esfínteres no le responden, no le resultan”.

Otro motivo para sentarse como se sienta.

O sea, el cuerpo de Milei es un campo minado.

Con esta reflexión intento entender la furia de Milei. Furia con el prójimo.

Cuando nos duele tanto nuestro propio cuerpo, no podemos estar tranquilos y, mucho menos, tener una actitud relajada ante los hechos.

Solo nos queda refugiarnos en nuestro dolor y actuar en consecuencia.

Lamentablemente, el precio lo pagamos todos.

Alberto Oneto

Comentarios

  1. Pobre tipo, hay muchas enfermedades que pueden invadirnos, tenemos que lidiar con eso, entenderlas y tratarlas, si no tenés buen equilibrio no te subas a una escalera a pintar el techo porque posiblemente te caigas y te rompas todo, eso es conciencia, si no tenés un equilibrio emocional ... no te pongas a presidir un país porque lo vas a romper todo. Ahora viendo este panorama , lo van a seguir votando ??? Ya no se trata de grietas políticas, se trata de sentido común , el kía está desquiciado, si la libertad avanza ... La Argentina revienta !!! Abrazo guille

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