Mañana y hoy
A quien no le
pasó.
Hemos escuchado
de parte de nuestras abuelas, madres o maestros, la famosa frase: no dejes para
mañana lo que puedes hacer hoy.
Este estigma nos
llevaba a no dormirnos en los laureles (otra frase famosa) y ponernos activos.
No está mal.
Nos mantuvo en forma.
Pero con el
tiempo, las cosas cambian. Y en nuestros tiempos, valga la redundancia, se van
amoldando a las circunstancias.
EMDR
Desde hace varios
meses, estoy haciendo terapia EMDR. Su traducción es Desensibilización y
Reprocesamiento por Movimientos Oculares.
No solo consiste
en mover los ojos. Es una serie de técnicas introspectivas que conectan a todo
nuestro cuerpo con lugares muy íntimos de nuestra cabeza por medio de la
respiración, los recuerdos, nuestro entorno, entre otros. Y mucho intercambio
con el terapeuta, como debe ser.
Según esta
terapia, debemos hacer hoy lo que necesitamos hoy.
Podemos y debemos
dejar para mañana lo que no es urgente.
No es cuestión de
hacer todo ya, si no en su momento y de modo ordenado. Seguramente lo haremos
mejor. En su debido tiempo.
Personalmente, lo
vivo como un aprendizaje.
TDM
Yo padezco un
trastorno: TDM, sigla de Trastorno de Depresión Mayor.
Todo ocurrió
después de un infarto.
El 5% de los
infartados en el mundo, quedan con esta secuela. Tengo el privilegio de
pertenecer.
Demás está
explicar en qué consiste.
Uno de los
síntomas marcados de los que atravesamos TDM, es la procastrinación.
La
procrastinación (del latín procrastinare:
pro, 'adelante', y crastinus, 'mañana'), postergación o
posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que
deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o
agradables por miedo a afrontarlas o pereza a realizarlas.
Se trata de un
trastorno volitivo del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la
acción por realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Este
puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el
que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio
vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad
generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para
concluirla.
El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante,
inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por
lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sin plazo idealizado, en que lo
importante es supeditado a lo urgente.
Como síndrome que
evade el responsabilizarse posponiendo tareas, puede llevar al individuo a
refugiarse en actividades ajenas a su cometido. La costumbre de posponer, si
bien no se ha demostrado cabalmente, puede generar dependencia de diversos
elementos externos, tales como navegar en Internet, leer libros, salir de
compras, comer demasiado o dejarse absorber en exceso por la rutina laboral,
entre otras, como pretexto para eludir alguna responsabilidad, acción o
decisión.
Existen tres
tipos de procrastinación:
Por evasión,
cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es un problema de
autoestima.
Por activación,
cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla. Es
un problema contrario al anterior.
Por indecisión,
típico de las personas que, intentando realizar la tarea, se pierden en pensar
la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión. Se denomina también
complejo de Penélope (la mujer de Ulises, que tejía y destejía siempre la misma
tela para evitar casarse con los pretendientes al reino insular de Itaca
mientras esperaba que volviera Ulises).
Nos puede pasar a
todos y cualquiera.
Conclusión
Nadie puede elegir. Con suerte podemos sobrellevar.
Sabemos que no es fácil. Vivimos al día. Día a día.
No sabemos cómo vamos a despertarnos mañana a la mañana.
Cual será nuestro humor.
Cada uno es como es
Cada quién es cada cual
Y baja las escaleras como quiere
J.M.Serrat
Y es así. Somos
como somos, podamos más o podamos menos. Siempre podremos algo.
Alberto Oneto



Que curso acelerado de todo lo que nos puede pasar, nos pasa o nos pasará. Es interesante sentir que está especificado cada síntoma que nos ocurre ... y yo pensaba que era indolente, dejado, vagoneta, apático, cómodo, ... , a tántos nos pasa lo mismo ... antes me sentía un zapallo, ahora sé que he sido estudiado y mi "fiaca" es un síndrome con nombre y apellido o un montón de siglas misteriosas impronunciables. Es para un guión de stand up , pero no podemos tomarlo a la ligera. Creo que debemos cargar con la mochila que nos toca, creo que no debemos andar por el mundo ocupados en mirar a cada rato dentro de la misma, sé que soy producto de estos tiempos en que las exigencias y las presiones son cada vez más intensas y que nos toca lidiar con el resultado de esas exigencias , mandemos a la mierda a todo lo que nos apura y nos indica postergarnos por el "deber". Se me ocurre pensar que en el campo, la sierra ,el mar o la montaña estas "nanas" no son tan frecuentes, respiremos hondo , caminemos descalzos , comamos sano tomemos vino , bailemos y mandemos todo a la mierda !!! Gracias Negrito, un abrazo , guille
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